El cine de Robert Zemeckis es vistoso y eficaz. Sabe exactamente lo que quiere y lo consigue a fuerza de ingenio en sus historias y habilidad para materializarlas mediante los recursos técnicos y discursivos del cine. Así lo demuestra su opera prima, I wanna hold your hand (1977), y la inolvidable y siempre celebrada saga de Regreso al futuro (1985-89-90). Podría decirse que se trata de un cine de vocación clasicista (si se pasa por alto el avance de los efectos especiales), que recobra el dinamismo, el sentido del espectáculo y la perfecta factura; ese cine anti-intelectual que le rinde culto a la imagen, a la manera de la época de esplendor del cine, cuando era casi una obligación social y cultural asistir a los teatros y cuando salían tan satisfechos la muchachada estrepitosa y las parejas de novios, así como esos señores que luego se sentaban frente a una máquina de escribir para dar racional cuenta de la película.
Este es un cine donde la pobreza temática o el “mensaje” de fondo no son tales porque “decir algo” no necesariamente hace parte de sus objetivos. En el caso de Robert Zemeckis ni siquiera Forrest Gump (1994), que ha sido tan vapuleada y le han sacado tantas significaciones sociológicas y culturales, tiene estas pretensiones, lo que pasa es que no ha sido tomada como lo que es: una fábula, a veces bufa y otras sentimental, sobre el desenvolvimiento en la vida de un personaje muy singular y que tiene como fondo la historia reciente de Estados Unidos. Se trata de una historia divertida, emotiva y bien contada.
Además, su cine imaginativo ha hecho del uso de los efectos especiales, que son la impronta de su generación, el ideal dentro de esa tensión permanente entre arte e industria y entre el lenguaje y la técnica; testimonio de ello son películas suyas como ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1988) o La muerte le sienta bien (1992), donde este uso de los efectos especiales no es gratuito ni socava protagonismo a la historia, sino que se ponen a su servicio de manera eficaz e ingeniosa. Por todo esto, Robert Zemeckis es básicamente un narrador hábil y preciso que utiliza los recursos del cine para contar sus historias, con una buena dosis de espectáculo -incluso en sus películas más sobrias como Contact (1997)- y teniendo bien enfocado lo que le gusta al público, sin necesidad de caer en deshonrosas concesiones.
Filmografía seleccionada
‘Romancing the stone’ (1984)
‘Back to the future’ (1985)
‘Who framed Roger Rabbit’ (1988)
‘Back to the future. Part II’ (1989)
‘Back to the future. Part III’ (1990)
‘Death becomes her’ (1992)
‘Forrest gump’ (1994)
‘Contact’ (1997)
‘What lies beneath’ (2000)
‘Cast away’ (2000)
‘Polar express’ (2004)
‘Beowulf’ (2007)